Colaboración en el proyecto del Centro de Salud El Molinar

Colaboración en el estudio RQTCTR, arquitectos Francisco Jorquera y Catalina Riera.

Centro de Salud El Molinar 2010. Palma de Mallorca

Presentación al Concurso, redacción y desarrollo del proyecto.

Teorías de proyecto.

Circulan varias explicaciones, algunas insostenibles y otras contradictorias, respecto a este edificio:

TEORÍA 1. Originalmente era un edificio con tres patios. Finalmente el edificio está tumbado y los tres patios son horizontales porque en la primera versión no encajaba bien el programa. En la versión definitiva tampoco encaja.

TEORÍA 2. El edificio tiene algo escenográfico. Para entrar hay que atravesar una fachada. Las iglesias siguen un patrón parecido; ¿Podría tratarse de una evolución degenerada de la tipología basilical?

TEORÍA 3. El edificio es un volumen compacto excavado. A pesar de las evidencias esta interpretación tectónica no ha sido reconocida oficialmente por el autor.

TEORÍA 4. El edificio es un cubo. Esta es la única explicación comúnmente aceptada entre arquitectos, pero es tan evidente como indemostrable. Descartada.

TEORÍA 5. El sentido común indica que un centro de salud debería tener sólo una o dos plantas. Por ese motivo este edificio tiene tres plantas.

TEORÍA EPISTEMOLÓGICA. Según el arquitecto el proyecto pretende dar una respuesta a la siguiente pregunta: ¿Se puede construir un solo centro de salud con la misma cantidad de hormigón y de acero con la que se podrían hacer tres centros de salud? A la vista de las pruebas esta teoría es una de las que tienen más aceptación. Respecto a esto hay que decir que ni la administración pública ha pagado un solo céntimo de más por la obra ni la empresa contratista ha pagado a sus proveedores más de lo previsto. Lo cual plantea una nueva pregunta: ¿A dónde habría ido a parar ese hormigón?

TEORÍA DÓXICA. Una vecina, de edad avanzada, opina que con la altura que tienen los techos se podrían haber hecho el doble de plantas y habría el doble de consultas. Esta parece la única explicación razonable, aunque no deja de ser una opinión discutible

Francisco Jorquera, arquitecto.